El Piojo Herrera

El Piojo Herrera hoy es todo un icono para diferentes empresas, como lo podemos ver  es embajador de diferentes marcas, pero ¿qué ha manejado este hombre y por qué tiene tanta importancia? Su relevancia es tal que se encuentra  por encima del Chicharito Hernández, tan grande ha sido la labor de este director técnico que se halla dentro de los mejores pagados, según la revista Forbes, ganando 2.7 millones de dólares anuales.

El Piojo es un embajador que la gente odia, pero quiere; tiene un carisma único y  pasión al vivir los partidos; era un éxito con el cual el consumidor podía identificarse y vivir el momento, esto ha sido parte de su gran impacto. Por otro lado, si lo vemos a nivel ciudadanos mexicanos que aman el futbol, entonces qué mejor para una marca que tener al director técnico que saca adelante a el equipo mexicano y además muestra su pasión como  tú.

En su ámbito profesional, se distingue al Piojo como una persona inteligente, estratega y líder; este personaje tan extrovertido ha logrado aumentar su popularidad, tan solo su cuenta de Twitter  ha incrementado en 315%, lo cual demuestra que está logrando ser empático con las personas que lo conocen y los que lo ven.

Antes de comenzar el mundial, 9 de cada 10 mexicanos sabían quién era el técnico de la Selección nacional, agregando que 7 de cada 10 tenían una buena percepción en torno a su desempeño e imagen.

Este es un caso ejemplar de branding emocional, que se ha logrado a partir de mostrar sus emociones, lo que le ha permitido establecer un vínculo emocional con la gente y ha mostrado  a los mercadólogos lo que necesitan para tener este nexo tan especial entre los consumidores y las marcas.

Dentro de las marcas de las que ya es embajador se encuentran Ciel, Movistar, Segunda mano, Melox y el estado de Chiapas.

Pero cuidado al ser un personaje tan espontáneo puede cometer errores y caerse de su pedestal, y podría perder ese lazo que lo une con la afición al tener problemas como el que actualmente tiene con el comentarista de Tv azteca. Esperemos que tenga un asesor y lo sepa llevar por el camino correcto.

Por Dani Gutimu.